martes, 13 de diciembre de 2011

Y yo lo admiro a Él



La mayoría de las personas tienen algún idolo según la música que escuchan, las películas que ve, o la gentes con la que se relaciona, [quizás en esto no soy igual de común que el resto],
más allá de los gustos que me caracterizan, de mis inclinaciones por el arte y de mis ideas locas, admiro más que a nadie en este mundo a una persona en particular, dejando de lado a todo lo que sea fama, dinero o poder: Jorge se llama, pero quienes lo rodean lo llaman Doc o Cárdenas. De todos modos, yo lo llamo como hija: Papá.
No quiero entrar en la típica "Mi familia es lo mejor que hay" y todas esas cursilerías que no pienso repetir, sino que hablo de mi papá como hombre, y no como el rol que cumple conmigo. Desde que tengo rastro de memoria, pienso y sigo sosteniendo, que es la mejor persona que existe. Más allá de sus enojos, siempre ha cumplido mis caprichos y todas mis ocurrencias, siempre me apoyó y me acompañó en todo. Me enseñó tanto que jamás encontraría manera de retribuírselo. Divertido, responsable, alegre, inteligente, cariñoso, romántico como pocos.. pero más que todo: un buen tipo. Fiel a todo lo que hace y con todos los que conoce. No deja nada por la mitad y nunca se olvida de sus promesas. Si pienso en una persona que día a día no se cansa de darme un ejemplo inigualable es él. Siempre fue más que mi mejor amigo, aunque nunca olvidé que tenemos una relación padre-hija (hay cosas que con un padre no se pueden hablar. Ejem, no sé si me explico.) Pero por supuesto, nunca nos negamos un súper abrazo o un "Te quiero mucho", o un "Te extrañé" y un montón de otras frases que entran en esta categoría, además de las golosinas que puedo encontrar en su bata después de su jornada de trabajo (sí, es el mejor de los mejores). Hace unos días, mientras estaba escribiendo, se me acercó, me dió un abrazo enorme y me dijo al oído: -Qué andará pasando por tu cabeza que ya ni una platica tenemos. Ya sé que apareció alguien por ahí pero me acuerdo cuando eras más chica y me decías 'pá, yo quiero ser como tú cuando sea grande'. Cómo creciste, y como te quiero." Después de semejantes palabras me dio un beso y se fue. Imagínense como me habré sentido yo al escucharlo. Siempre tengo ese recuerdo: vivía diciéndole que quería ser como él. Porque si soy sincera, es el ejemplo de persona que quisiera ser en un futuro. Es la persona que persigue a mi lado mi sueño de ser doctora(o lo que quiera ser), que se pone mal cuando yo estoy mal y que mueve cielo y tierra por quienes ama. Y es la persona por la que daría hasta la vida.


Yanina